El poliovirus, conocido comúnmente como polio, es una infección vírica muy contagiosa que puede afectar tanto a niños como a adultos. La infección puede provocar parálisis, siendo la mayoría de los afectados niños menores de cinco años. A falta de una cura, la vacunación contra la enfermedad es el único medio fiable de prevención.
La vacuna antipoliomielítica oral (VPO) es el régimen de vacunación más eficaz contra la poliomielitis. Administrada en forma oral o inyectable, la vacuna estimula el sistema inmunitario del organismo para que reconozca y ataque al virus, ayudando a prevenir la propagación de la enfermedad.
¿Por qué es importante la vacuna antipoliomielítica?
La vacuna antipoliomielítica es la mejor defensa contra el contagio del virus, además de un paso fundamental hacia la erradicación de la enfermedad. Una vez que una proporción suficientemente alta de individuos de una comunidad está inmunizada, el virus no podrá propagarse eficazmente, lo que conducirá a su erradicación definitiva. En 2021, sólo dos países -Afganistán y Pakistán- seguían notificando casos de polio, lo que indica que los esfuerzos de erradicación han tenido un gran éxito.
¿Quién debe vacunarse contra la polio?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que todos los niños menores de cinco años se vacunen con la VPO. La vacunación debe administrarse en una serie de tres dosis, la primera al nacer, la segunda a las seis semanas de edad y la tercera a las diez semanas y hasta los cuatro años. Los niños que hayan recibido la vacuna antipoliomielítica inactivada (VPI) también deben recibir una dosis de VPO para aumentar su inmunidad. Los adultos que no hayan sido vacunados previamente contra la polio también deben recibir la vacuna.
¿Existen efectos secundarios de la vacuna antipolio?
La mayoría de las personas que reciben la vacuna antipolio no experimentan efectos secundarios. Sin embargo, en algunos casos pueden producirse efectos secundarios leves y temporales, como dolor o enrojecimiento en el lugar de la inyección, fiebre punzante, irritabilidad, vómitos y diarrea. Los efectos secundarios más graves, como las reacciones alérgicas, son increíblemente raros. En caso de que aparezcan estos efectos secundarios, es importante buscar atención médica inmediatamente.
¿Qué más se puede hacer para prevenir la polio?
Además de la vacunación, practicar una buena higiene es también una medida importante para prevenir la propagación del poliovirus. Lavarse bien las manos con agua y jabón con regularidad, no compartir vasos ni cubiertos, y evitar el contacto estrecho con otras personas enfermas, puede ayudar a proteger contra el virus.
Conclusión
La vacuna antipoliomielítica es un medio seguro y eficaz para prevenir la propagación de la polio, sobre todo en los niños. Es importante que todos los niños menores de cinco años reciban la vacunación adecuada para disminuir la propagación del virus. Practicar una buena higiene también puede ser beneficioso para prevenir la propagación del poliovirus. Tomando estas precauciones, las familias pueden ayudar a protegerse a sí mismas y a sus seres queridos de contraer el virus.













