La administración de medicamentos es una de las tareas más esenciales y comunes que realizan los enfermeros y profesionales sanitarios. Por desgracia, los errores cometidos al manejar los medicamentos durante el proceso de administración son un problema importante y pueden dar lugar a graves consecuencias adversas. Cuando se administran medicamentos incorrectos a los pacientes, se prescriben dosis equivocadas o se desperdician medicamentos caros, esto puede repercutir directamente en la seguridad de los pacientes y en la calidad de la asistencia. La Organización Mundial de la Salud ha elaborado por tanto una exhaustiva guía para la administración de medicamentos para ayudar a los profesionales sanitarios a evitar errores y garantizar una práctica segura de la administración de medicamentos.
Tipos de errores y causas principales
La ocurrencia de errores en la administración de medicamentos es un problema multifactorial. Durante el proceso de medicación pueden producirse diversos errores. Los errores más comunes son omisiones en la toma de medicamentos, la administración incorrecta de un medicamento (bien en la dosis equivocada o en el momento inadecuado) y las sustituciones de medicamentos. Otros errores incluyen la vía incorrecta, el paciente incorrecto, la formulación incorrecta y el medicamento no autorizado.
Existen muchos factores que contribuyen a la aparición de errores en la administración de medicamentos. Los factores humanos, como la inexperiencia, la mala comunicación y la fatiga, son la causa más común. Los factores medioambientales, como las distracciones durante el proceso de administración de medicamentos y el uso de sistemas y tecnologías propensos a errores, también pueden desempeñar un papel. La falta de conocimientos, la mala documentación y la falta de cumplimiento de las políticas y procedimientos también contribuyen a los errores en la administración de medicamentos.
Guía de la OMS para una administración segura de medicamentos
En respuesta a la creciente preocupación por la alta incidencia de errores en la administración de medicamentos, la Organización Mundial de la Salud desarrolló una directriz para la administración segura de medicamentos. Esta guía incluye una exhaustiva revisión de las mejores prácticas y consideraciones críticas que son esenciales para evitar errores de medicación.
La guía de la OMS incluye controles previos a la administración para identificar y reducir el riesgo de errores en la administración de medicamentos. Los proveedores de atención sanitaria deben verificar los cinco derechos (paciente correcto, medicamento correcto, dosis correcta, vía correcta y momento correcto) antes de administrar un medicamento. La guía también proporciona recomendaciones para la administración segura de medicamentos de alerta elevada, como los de quimioterapia y los opioides.
Entre otros elementos de la guía de la OMS figuran la garantía de que las órdenes de medicación sean claras y legibles, el uso de formularios estandarizados de administración de medicación, la formación adecuada del personal sanitario y la realización de auditorías del proceso de administración de medicación para identificar posibles áreas de mejora. La guía también recomienda el uso de sistemas informatizados de entrada de órdenes, tecnología de códigos de barras y sistemas informáticos de alerta para ayudar a reducir los errores de medicación.
Desafíos y oportunidades para la aplicación de las recomendaciones de la OMS
Aunque la guía de la OMS proporciona un conjunto exhaustivo de recomendaciones para mejorar la seguridad en la administración de medicamentos, siguen existiendo desafíos para su aplicación. El desafío más importante es mantener la conciencia y la adhesión de los proveedores a las prácticas recomendadas. Es preciso recordar periódicamente a los proveedores las directrices y estrategias que pueden utilizar para evitar errores.
Las organizaciones sanitarias también deben garantizar que disponen de la infraestructura necesaria, como sistemas informáticos de introducción de pedidos y códigos de barras. La informática y la tecnología pueden plantear problemas, sobre todo en hospitales más pequeños y en consultas con menos recursos.
A pesar de estos desafíos, la guía de la OMS proporciona a las organizaciones sanitarias y a los proveedores la oportunidad de realizar mejoras significativas en la administración segura de medicamentos. Al asegurarse de que existen políticas y procedimientos adecuados, los administradores pueden reducir el riesgo de errores de medicación. La educación periódica sobre los peligros de los errores de medicación y las iniciativas para mejorar la comunicación y la documentación también pueden contribuir a la administración segura de medicamentos.
Conclusión
La administración de medicamentos es un proceso complejo y multifacético que puede ser propenso a errores. Las consecuencias de los errores de medicación pueden ser graves y afectar negativamente a la atención al paciente. La Guía de la OMS para la administración segura de medicamentos proporciona a los proveedores de asistencia sanitaria un conjunto exhaustivo de mejores prácticas y recomendaciones para reducir el riesgo de errores. Al aplicar las directrices y estrategias expuestas en la Guía de la OMS, las organizaciones sanitarias pueden realizar mejoras significativas en la administración segura de medicamentos.