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ASI SE PREPARA MI BIBERON!

Los mejores consejos:

  1. Higiene es fundamental
    • Lávate bien las manos: Siempre con agua y jabón antes de manipular el biberón, el polvo y el agua.
    • Superficie limpia: Prepara el biberón en una superficie limpia y desinfectada.
    • Biberones y tetinas estériles/limpios: Asegúrate de que estén limpios. Para los primeros meses de vida del bebé, se recomienda esterilizarlos (hirviéndolos por 5 minutos o usando un esterilizador). Después, basta con lavarlos con agua caliente y jabón.
  2. El orden de los factores sí altera el producto
    • Primero el agua, luego el polvo: Este es un paso crucial. Mide la cantidad de agua necesaria y viértela en el biberón limpio. Luego, añade el número de cacitos de leche en polvo indicados por el fabricante, usando la cuchara medidora que viene en el envase. Si añades el polvo primero, podrías estar alterando la proporción de leche y agua, lo que afectaría la concentración y la digestión de tu bebé.
  3. La temperatura del agua importa
    • Agua tibia (no caliente): Muchos expertos sugieren usar agua tibia para disolver mejor el polvo. Si usas agua del grifo, hiérvela y déjala enfriar durante no más de 30 minutos (para que no baje de los 70°C, que ayuda a matar posibles bacterias en la leche en polvo) antes de añadir el polvo. Luego, enfría el biberón rápidamente a temperatura corporal antes de dárselo al bebé. Si usas agua embotellada (apta para preparación de alimentos infantiles), a menudo no es necesario hervirla, pero calentar un poco el agua puede ayudar a la disolución.
    • Evita el microondas: Nunca calientes la leche en el microondas. Puede generar puntos calientes que quemen la boca del bebé.
  4. La forma de mezclar
    • Agitar suavemente o remover en círculos: Una vez que hayas añadido el polvo al agua, cierra el biberón y agita suavemente. Si lo haces con movimientos circulares en lugar de agitar vigorosamente de arriba abajo, evitarás que se formen burbujas de aire excesivas que podrían causarle gases o cólicos al bebé.
  5. Dosificador preciso
    • Siempre utiliza la medida rasa (sin rebalse) del dosificador que viene con la leche en polvo. Alterar la proporción puede generar gases en tu bebé, ya que puede hacer que la leche sea demasiado concentrada o diluida.
  6. Comprueba la temperatura
    • En la muñeca: Antes de dársela al bebé, vierte unas gotas de leche en el dorso de tu muñeca. Debe sentirse tibia, no caliente.

En resumen, la clave está en el orden (agua, luego polvo), la temperatura adecuada del agua, y una mezcla suave para evitar los grumos y las burbujas.

MANB / manb

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